Si nuestras miradas se cruzaran por un momento y se entrecortara nuestra respiración,
Si tú me alargaras tu mano, me acariciaras mi mejilla y me dijeras… Ven conmigo…
¿Dudaría?
Seguramente le hubiera mirado, se me hubiera entrecortado la respiración, me hubiera acariciado mi mejilla y yo hubiera cerrado los ojos disfrutando de aquel momento, también le hubiera seguido sin pensármelo dos veces.
Pero seguramente eso nunca pase, para qué hacerme ilusiones, nunca te encontraré por la calle, nunca me mirarías ni mucho menos me acariciaras ni tampoco me dirías esas palabras.
Son ilusiones mientras sueño despierta…
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