Él no sabía como había comenzado todo.
Un día, sintió que el brillo de una mirada
y de una risa destacaba entre todas las demás.
Aquellos ojos, y aquella risa, lo rodearon
como si fueran brazos.
Él se sintió bien.
Feliz.
Como nunca se había sentido.
El árbol de los sueños, Fernando Alonso.
No conocia este libro, pero el fragmentos suena precioso. Besos!
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