¿Acaso no lo tuvimos casi todo?


Ella viste ojos verdes, verdes como la hierba recién cortada, tan frescos pero tan llenos de lágrimas.
Recorría las calles sin un rumbo fijo, el sol intentaba entrar en su corazón para así contagiarle su energía, pero ella se negaba, ella continuaba inmune a todo eso.
Una pregunta le rondaba por la cabeza ¿Acaso no lo tuvimos casi todo? Esa pregunta, esa simple pregunta fue la que le formuló Navid unas horas antes de su paseo.
Esa conversación había cambiado su forma de pensar. Navid era cariñoso, destallista y muy cauteloso con todo lo que decía por eso sus palabras le hicieron tanto daño.
-¿Es que aún no lo has olvidado Tessa? ¿Qué significa esta carta? - Dijo Navid tendiéndole un trozo de papel- ¿Te sigo queriendo?
-Navid...
Tessa no sabía que decirle, pues claro que quería a Navid, le encantaba su sonrisa, su voz al decirle los buenos días pero...
-Me habías prometido que lo olvidarías y, ahora leo esto...
Tessa se lanzó a sus brazos y le propinó un buen beso, largo y profundo, pero Navid se despegó de ella rápidamente.
-Tessa así no vamos bien, todo no se arregla con esto, ya se que tu eres así, pero yo no.
-Navid no seas paranoico... -Dijo quitándole hielo al asunto.
Él bajó la mirada y ella le levantó la barbilla obligándole a que le mirara con los ojos.
- ¿No confías en mí?
-Tessa has cambiado mucho en estos meses, ya no eres como la de antes y...
-¿Y?
-Y que ya no confio en ti, haces cosas que no son normales en ti, aveces me pregunto si te conozco -Navid iba subiendo poco a poco su voz, todo lo que él se había guardado durante esas semanas salió de él como un torpedo- No se el motivo de este cambio pero creo que te estas equivocando, yo no soy como tú.
-Navid todo el mundo cambia... Yo nunca podré ser la misma que antes... -Dos lágrimas se asomaron por sus ojos y fueron resbalando por sus mejillas coloradas de tanta rábia contenida.
Tenía ganas de decirle todo lo que había pasado, porque estaba así, pero no podía.
-Tessa creo que lo mejor es que lo dejemos...
Notó como si algo dentro de ella se rompiera, algo que le dolió mucho. Navid mantenía la mirada gacha y Tessa se se acercó lentamente hacía él.
-Navid por favor...- Le dijo susurrándole al oido.
-¡No Tessa, no! No me vas a engañar más.- Dijo apartándose bruscamente de ella.
- Navid esta vez no...
-Estoy harto de tus mentiras -Navid no escuchaba nada de lo que Tessa decía - ¿Acaso no lo tuvimos casi todo Tess?
Dio media vuelta y salió la habitación de Tessa, donde habían pasado tantas tardes juntos, dibujando aquel mural que ellos habían empezado.

Debería de haber quemado aquella maldita carta -pensó- Aquella carta que escribió el día que lo volvió a ver.


2 comentarios:

  1. Oh...Es muy bonito.. pero muy duroo :(

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  2. ¡Que triste y que bonito!
    A veces no damos tiempo a que se nos expliquen las cosas y realizamos actos de los que luego nos arrepentimos. Somos...impulsivos. Y me identifico con Navid en algunas cosas.
    Un saludo.

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